diciembre 7, 2024
Fuente: Alcaldía de Soacha

Los 2.800 niños, niñas y adolescentes matriculados en la Institución Educativa Chiloé fomentan una cultura de respeto, empatía y responsabilidad a través de diferentes actividades que hacen parte de una estrategia a través de la cual se promueven habilidades socioemocionales, valores y comportamientos positivos, a la vez que genera un ambiente de inclusión, respeto y seguridad para toda la comunidad
educativa del plantel.

“Desde el gobierno de Soacha trabajamos por mejorar la calidad educativa y fomentar una adecuada convivencia escolar; el proyecto «Puentes de paz» es un ejemplo que puede replicarse en todos los planteles educativos para que sean más los entornos seguros” explicó el secretario de Educación, José Jhoan Alfonso Hernández.

La iniciativa, seleccionada como la mejor experiencia pedagógica del último año en el Foro Educativo Temático sobre Convivencia Escolar, realizado recientemente en Soacha con la participación de los colegios oficiales de la ciudad, nació en 2020, durante el aislamiento por el Covid-19 que tuvieron que vivir los estudiantes de todo el país y el mundo.

“El proyecto surgió con la problemática de la pandemia; las familias no estaban acostumbradas a convivir tanto tiempo juntos, lo que generó estrés. Por eso se creó el programa, primero con juegos interactivos y, posteriormente, en el regreso a clases con charlas para entablar el dialogo en situaciones de conflicto” explicó Santiago Olarte, estudiante de grado 10° del establecimiento educativo ubicado en la Comuna 3.

Es así como 40 alumnos de grados 10° y 11, que hacen parte de una instancia denominada ‘Círculos de paz’’, además de concebir cartillas, escritas y diseñadas por ellos, coordinan diferentes actividades entre las que se encuentran muestras de videoclips y podcast de prevención de discriminación, obras de teatro y títeres, pijamada de los valores, juegos de mesa y las Olimpiadas Ciudadanas, un concurso que promueve los principios y cualidades de los seres humanos.

El papel de los padres y madres de familia es el de gestores y también mediante su participación tanto en las acciones ejecutadas por los estudiantes como en la escuela de padres de la institución educativa.

“Mi rol como acudiente ha sido facilitarle a mi hijo los materiales; además en la escuela de padres he aprendido a manejar las emociones y a dialogar cuando hay un conflicto o problema en sí”, destacó María Nancy Nieves, madre de familia.

Y es que a través de la promoción de la convivencia escolar se contribuye a tener entornos más seguros, a la vez que se forman líderes, fomentando un sentido de pertenencia por el colegio, y se mejora el rendimiento académico.

Además del efecto positivo en la comunidad local, otros logros de esta experiencia significativa son: contar con ambientes más armoniosos, reducción de conflictos e incidentes, desarrollo de habilidades sociales y comunicación efectiva, superación de desafíos, mejora en autoestima y confianza por parte de los estudiantes

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